Los diversos estudios neuropsicologicos realizados con autistas, han evidenciado que existe
una disfuncion que afecta numerosas areas de la corteza cerebral. Algunos de estos estudios,
muestran que las disfunciones del lobulo frontal crean graves problemas de atencion y de la
funcion ejecutiva, encargada de la planificacion y organizacion del material, (Happe y Frith
citado en Navarro, 2000), lo cual se evidencia como una falta de autonomia, toma de
decisiones y dependencia por parte de estos; otros autores (Barth, Fein, Waterhouse,
Minshew y Glostein, citados en Navarro, 2000), muestran que la disfuncion del hipocampo y
la amigdala (estructuras del lobulo temporal medial), afectan a la memoria de trabajo o de
reconocimiento y la codificacion del material verbal, dependiendo del grado de severidad del
autismo. Por su parte, Dawson (citado en Navarro, 2000), expone que las disfunciones del
lobulo temporal medial y el lobulo orbital frontal, especializados en la cognicion social, hacen
que existan dificultades para acceder a informacion social y para la formacion de
representaciones fisicas.
Los niños con autismo presentan un perfil de deterioro cognitivo que afecta principalmente a
funciones cognitivas relacionadas con el hemisferio izquierdo y muestran pocas alteraciones
en las funciones visoespaciales y perceptivas, procesos que han sido tradicionalmente
atribuidos al hemisferio derecho (NAVARRO, 2000). Los deterioros hemisfericos (derecho o
izquierdo), son aun cuestionados por diversos autores que encuentran en sus investigaciones
poca concordancia con lo expuesto, pero lo cierto es que aunque hayan contradicciones o
enfoques neuropsicologicos diferentes que desmientan que el hemisferio izquierdo sea el mas
afectado en el autismo, hay evidencia que muestra que hay una disfuncion en este hemisferio
cerebral muy significativa, que produce anormalidad en el lenguaje y en la lateralidad
manual, las cuales son muy generalizadas en este trastorno del desarrollo.